A la vuelta de vacaciones tenemos los primeros frutos. Los alumnos de la actividad se llevan a casas el fruto de su trabajo de estos meses.
Me cuenta una madre que su hijo no le gusta el brócoli ni la col pero que el fin de semana pasado se ha comido tan contento lo que ha llevado a casa, incluso estaba trasteando en la cocina mientras se cocinaba,
Otra familia decía que era la primera vez que su hijo no protestaba al entrar en la cocina y oler la coliflor que estaban cocinado, lógico esta vez era fruto de su esfuerzo.
El estrés se ha convertido en una de las epidemias más extendidas de este siglo. Una técnica muy curiosa es la horticoterapia, que consiste en practicar la jardinería y la horticultura como terapia antiestrés.