domingo, 30 de noviembre de 2014

El huero empieza a parecer un huerto

En un mes estamos viendo los resultados de trabajar juntos. Regar, quitar las hojas, limpiar de broza los surcos... en definitiva cuidar de la naturaleza.
Observar el crecimiento de las hortalizas, la importancia del agua, la tierra y el sol.






domingo, 2 de noviembre de 2014

15 minutos de concentración en una tarea. Trabajado la atención sostenida

Ayer bajé al huerto con uno de los alumnos que tienen dificultades para mantener la atención en clase, está medicado creo que con acierto en este caso. Íbamos hablando de las dificultades que tiene: que se "empana", que cualquier sonido por lejano que sea le llama la atención, que la su mirada (su pensamiento) pasa del compañero a pizarra, de la pizarra al profe, del profe a otro compañero, a la ventana, mira para atrás, mira su Ipad, luego el cuaderno el suelo el póster el reloj...

Llegamos al huerto, una experiencia nueva que empezamos en septiembre. Parecía que mi acompañante necesitaba ver todo al mismo tiempo, iba al surco de las lechugas y antes de mirar el cartel se iba a de las coles...le era imposible fijar la atención en alguna de las 10 plantas distintas que tenemos plantadas.

Creo que no os he dicho que me dedico a la en el colegio Tajamar. La idea que tenía cuando fui a buscar a Julio (por poner un nombre) era ir al departamento y trabajar un poco la atención sostenida con Julio que se concentrara y mantuviera la atención 10 minutos seguidos en la misma actividad. Pero este año tenemos huerto y desde hace algún tiempo pienso que  trabajar en un huerto es beneficioso para la estabilidad emocional de las personas, en realidad lo importante no es el huerto, es cuidar de algo lo que nos da cierta estabilidad, es “mirar” algo que consideres tuyo. Lo he podido observar de cerca en estos años, quizás os cuente algún día desde cuando pienso esto de la "horticoterapia".

Le propuse a Julio regar planta a planta un par de surcos, 60 plantas que necesitan un poquito de agua. Con paciencia Julio se puso a la tarea, la condición: hacerlo bien, regar con cuidado 30 coles y 30 lechugas.


La experiencia ha sido gratificante. Julio terminó muy cansado de regar sin salirse del surco y despacito cada una de sus plantas. La frase final de Julio lo dice todo: estoy cansado pero contento de hacer algo de “un tirón”.